El calentamiento global es gradual en la temperatura en toda la atmósfera terrestre, atribuida al efecto invernadero que causa el aumento de las concentraciones de gases como el dióxido de carbono, la evaporación del agua o el metano.
La preocupación no es nueva: empezó a principios de los años 80, cuando quedó claro que era necesario armonizar el desarrollo industrial con el bienestar de los entornos en los que convivimos.
Las organizaciones independientes y varios organismos surgidos de la sociedad civil fueron los encargados de señalar tales excesos.
La Tierra nunca antes había sufrido cambios climáticos de gran impacto por efecto de la acción del hombre. En las últimas décadas, el deterioro de la capa de ozono ha originado un aumento progresivo de las temperaturas en todas las regiones del mundo y toda una serie de efectos derivados de él.
Por ello es necesario que se sigan informando a la población sobre el cuidado que se deben de tener con el agua, de tal forma que se tomen medidas para cuidarla, en los aspectos de: el consumo humano, el agrícola y el industrial por citar algunos de los más indispensables e importantes en el mundo.
En lo que hace a su uso agrícola se ha ido avanzando en la llamada tecnificación que inicio hace poco más de veinte años y en donde los organismos que manejan el agua, han hecho lo posible para seguir con esa transformación en los campos de cultivos en donde se lleva un avance estimado del 27 por ciento hasta ahora.
La SRL Conchos ha emprendido una serie de acciones con las cuales se pretende mejorar los ecosistemas de las cuencas de los ríos que aportan el agua a las presas: Boquilla y Francisco I. Madero, como es el caso de entablar compromisos con la Comisión Nacional Forestan (CONAFOR), para establecer un programa de restauración de las cuencas de los ríos Conchos y San Pedro además de la colaboración del Instituto de Recursos Mundiales (WRI), organización técnica global que convierte las grandes ideas en acciones a establecer para la conservación del medio ambiente y el bienestar humano con la aportación de recursos para estas acciones, conjuntamente con el organismo del gobierno federal en México.
Estos acuerdos ya comenzaron a estructurase y con ello se da la posibilidad de en mediano plazo comenzar a trabajar de manera real en estos proyectos que se dan gracias a los convenios que se están negociando tanto con funcionarios de las instituciones mencionadas, además de organismos de investigación para formar además un Closter binacional para apoyar las acciones que se deben de hacer para mitigar estos efectos que afectan tanto a la sociedad, como las diversas actividades que tienen que ver con el uso del agua.( Manuel García Dávila )