728 x 90

EL PRECIO DEL ARTE DE AMPARÁN.

img

Tres, tres imágenes tan deliciences como el Reloj Público y el Mercado Juárez.
En los albores de Delicias y hasta que las sequías,las plagas naturales, las plagas de los impuestos y la elaboración de las telas sintéticas lo permitieron,el algodón fue su cultivo insignia,su oro blanco,el cofre del tesoro del centro sur de Chihuahua.

Competía con los capullos del delta del Nilo en el viejo Egipto,con los del Valle de Juárez,con los de la fértil región lagunera,con los más cotizados del mundo.
Tiempos de sol,trabajo y fruto fueron aquellos tiempos,hoy reducidos a un vago recuerdo,a una evocación difusa ante el paso de los años.
La segunda sede del poder político municipal,la entonces amplia y cómoda Alcaldía,hoy día un edificio rebasado por el crecimiento,destinado sin remedio a ceder elegantemente el paso a edificaciones más funcionales.
En la foto vemos cuando era contruida,cuando se decía que se trataba de un elefante blanco que saldría caro mantener en condiciones adecuadas,que no había necesidad de un gasto así.
Al cabo de 68 años, el inexorable cronos la hace ver chica, exhausta,exigiendo su expansión hacia nuevos espacios,hacia la cada vez más útil ex sede de Recursos Hidráulicos,nido de agrónomos,agrimensores, topógrafos canaleros y aguadores,resorte humano de la actividad agrícola regional.
La tercera foto,una de las tantas palomas que dibujó y regaló Guadalupe Alfonso Amparán Aguilar,simboliza el espíritu libertario de los delicienses, las alas de su imaginación,el alto vuelo de sus metas,su ofrenda de paz ante la vida.
Cual un da Vince criollo,el pintor del barrio de La Laguna Seca ocultó en sus trazos misteriosos mensajes,dejándonos la agradable tarea de decifrarlos.
Tal fue el ínfimo precio en que valuó su arte.
En esta tripleta fotográfica podrá usted extasiar su memoria,conocer su pasado,otear su porvenir confiando en el mañana,como ayer confiaron aquellos que nos heredaron nuestro presente.