Carlos Gallegos
A mi derecha, la tumba olvidada de Emiliano J Laing, Presidente Municipal de Delicias 1947/ 49. Su epitafio dice: Sus ideales nunca morirán.
Se refiere a los ideales por los que murió la trágica noche del 15 de enero de 1954 al rebelarse contra el gobierno federal en un intento de asonada que le costó la vida a él y los seguidores de su infausta aventura.
Un gran catálago de obras materiales, un gobierno humanista, una existencia plena de avatares y peligrosas empresas políticas, un corrido épico de su vida atrabancada, un recuerdo que el tiempo borra, ni una flor en su morada eterna, eso es lo queda de su paso fugaz por el mundo terrenal.
A mi derecha, la cama de José Amparo Parra, el más joven de sus caudillos, el primero en caer ante la puerta y la metralla del Cuartel del 17o Regimiento de Guardias Rurales, de Avenida 6a y calle 2a Norte, finca que permanece tapiada, cerrada, impenetrable, custodiando la sangre seca que enlutó a Delicias.