Además de entonada y sentimental solista, fue vocalista de los Rangers de Clemente Torres, de la Orquesta Otawa de Meoqui,de la Banda Indio, de los Delchis,la Hermandad y Grupo Canela.

Sus trinos alegraban y entristecían, de acuerdo al ánimo de cada quien y de la cantidad de saltapatrás consumido al recuerdo de un amor traicionero o en la euforia de la más reciente conquista.

Incursionó con notable éxito en selectos y populares espacios musicales de la CDMX, de donde voló a Venezuela, donde se convirtió en una de las intérpretes más famosas de la música mexicana.

Hoy la evocamos con nostalgia y admiración, recordamos su voz y su porte y la reconocemos como uno de nuestros tesoros artísticos.

Aunque a Mario Guillén le gustan los certámenes de belleza sin pasarela en traje de baño, estas chicas lucen muy bellas así vestidas, en el primer concurso estatal realizado en Delicias.

El año, 1979. La sede, el Hotel del Norte, el anfitrión, su dueño Andrés Bunsow Wilson, de traje beich y con ganas de bailar.

La triunfadora fue Carolina Lemus, la número 6.

Su triunfo le valió un lugar en el certamen nacional, donde hizo más famosa la calle 3a Norte.

Al preguntarle acerca de sus gustos, galanamente contestó que su principal gusto era dar la vuelta por la 3a.

El maestro de ceremonia hizo un gesto de What? y ella le contestó con otro igual, no creyendo que en el mundo hubiera alguien tan lerdo que no supiera qué era la 3a.

Ni a la ceremonia de clausura se quedó.

Omnibulada por una moto estilo Pedro Infante, se fue a pasear por las calles de la gran ciudad montada en la potente máquina conducida por un suertudo agente vial, tratando de que no se le ladeara mucho la corona.

Hoy el Hotel del Norte está cerrado, Carolina sigue aquí y Andrés anda por ahí queriendo bailar.