Por Jesús C. Aguirre Maldonado
El ex campeón mundial de boxeo en tres distintas divisiones, Julio César Chávez González, quien llegó a tener problemas con el alcohol y las drogas, impartió este jueves a jóvenes chihuahuenses y padres de familia la conferencia “El Sueño de un Campeón”, en donde se buscó promover el deporte como una buena forma de crear conciencia en niños y jóvenes para que dejen caminos problemáticos y se centren en actividades deportivas.
Fue el gimnasio del Colegio de Bachilleres No. 1 en la ciudad de Chihuahua, el escenario que recibió al reconocido pugilista, quien ante cerca de 2 mil 600 asistentes, compartió sus experiencias de vida como deportista, exhortándolos a llevar una vida sana, y principalmente fomentar la salud mental, evitar las adicciones y sustancias que perjudiquen su vida.
Chávez, quien llegó a ser el mejor libra por libra, reconocido en noviembre del año pasado por el Senado de la República, manifestó que ya tiene 13 años limpio sin probar alcohol o drogas y durante su carrera recibió muchos reconocimientos.
Destacó que su carrera todo mundo la sabe, pero la verdad no fue nada fácil, aunque a muchos se les decía que las peleas suyas eran fáciles.
Reconoció que para nada, ya que detrás de ellas había una gran preparación, una gran concentración.
“Afortunadamente gracias a Dios pude salir adelante. Yo tuve un sueño de ser campeón del mundo. Eso fue lo que prometí a mi madre y gracias a Dios lo logré y ahora tengo clínicas en adicciones”.
Contó que tuvo adicciones y todo el mundo las sabe, pero no se arrepiente porque a través de ese programa de recuperación ha podido ayudar a muchísima gente que tiene el mismo problema y gracias a Dios se dedica ahora a salvar vidas, como también a él se la salvaron.
“Ahora me dedico a salvar vidas, a salvar a los jóvenes para que se alejen de las drogas y el alcohol, porque si se puede” (aplausos).
“Claro que se puede vivir sin alcohol y sin drogas. Véanme. Si yo pude...por qué no van a poder los demás. Yo le quiero dar las gracias a mi esposa, porque fue ella la que tomó la decisión de encerrarme y gracias a ella el día de hoy, aunque ustedes no lo crean, tengo 13 años sin alcohol y sin drogas. Si se puede, bendiciones para ustedes. Muchas gracias”, dijo el ex campeón mundial quien asistió a la capital del estado de Chihuahua como parte de una estrategia integral para la prevención y atención de adicciones, del Gobierno del Estado, a través del Instituto Chihuahuense del Deporte y Cultura Física, con el programa Juntos en el Deporte Escolar.
Chávez al dirigirse a los jóvenes, les habló de sus años de infancia y primera juventud, hasta llegar a ser campeón mundial, cuando perdió lo invicto y de sus adicciones.
Proveniente de una familia humilde y de ser motivado por sus hermanos mayores, Julio César entró al deporte de los puños y logró una mejor calidad de vida, “yo empecé en este deporte soñando en cosas grandes y con la ilusión de ser campeón del mundo para mejorar las condiciones de vida de mi madre” señaló.
Recordó su primera oportunidad por el campeonato del mundo contra Mario “Azabache” Martínez, así como sus 37 defensas del título en tres diferentes divisiones de peso, con las cuales alcanzó una cifra récord en la historia del deporte, “todo esto lo hice a fuerza de dedicación, esfuerzo, disciplina y perseverancia” dijo.
De igual manera, el ex campeón mundial, también platicó sobre el descenso de su carrera ligado a la adicción al alcohol y las drogas, que lo llevó no sólo a perder su carácter de invicto durante 90 peleas, sino a terminar constantemente en centros de rehabilitación, en las salas de emergencia de hospitales y casi al borde de la muerte.
“Una vez que empecé no pude parar y las adicciones me llevaron a perder a mi esposa, perder a mis hijos y el patrimonio que había logrado con mis victorias en el deporte”, enfatizó.
Contó que el soñaba con ser campeón del mundo, hasta ahí nada más, hacerle una casa a su mamá, realizar una defensa y retirarse, pero la verdad fue algo increíble lo que pasó con su carrera.
“Yo recuerdo que le dije a mi madre: deme la oportunidad de realizar 10 peleas nomás y me retiro, pero no fieron 10, 20, 30, 40, 50, 60, 70, 80, fueron 90 peleas invicto, fuí campeón mundial, realicé 37 peleas de campeonato del mundo y llené el estadio Azteca, el Alamodome”.
Agrega Julio César Chávez: “A mí me pasaron muchas cosas que nunca pensé. Si soñé muchas cosas que me iban a pasar, pero lo que logré ni en sueños”.
Dijo: “Que chingones son los jóvenes de Chihuahua. Recuerden todo con perseverancia, disciplina y esfuerzo”.
Finalmente señaló que gracias a un programa de recuperación en una clínica de Tijuana, pudo superar su adicción a las drogas.
Julio César Chávez dejó un mensaje de esperanza a los jóvenes y padres de familia, resaltando: “también es de suma importancia la prevención y atención a nuestros hijos, ante cualquier señal de alarma por el posible consumo de estas sustancias, ya que son progresivas y mortales”.