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Vive en Delicias la voz gemela de Javier Solís

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Por Jesús C. Aguirre Maldonado.
Gabriel Siria Levario, mejor conocido con el nombre artístico de Javier Solís, cumplió este miércoles 19 de abril 57 años de muerto (falleció en 1966), y tuvo presentaciones en Delicias, Chihuahua y en la región.

Murió él, pero en esta ciudad siguen vigente sus canciones y su voz, ya que en Delicias vive Miguel Martínez López, la voz gemela de Javier Solís, quien es uno de esos casos raros dentro de la cantada en que aún y cuando Dios le dio ese don privilegiado, que le valió para que a estas fechas haya ya grabado cinco discos, y ganado en sus inicios, en 1978, un concurso organizado por ferretería La Competidora entre 100 participantes, no se decidió por incursionar en el profesionalismo, dándole prioridad a su familia.

Don Miguel Martínez, de oficio panadero, en sus inicios como cantante, en el concurso organizado por La Competidora, en 1978, cuenta que fueron varias eliminatorias entre los 100 participantes y en aquella ocasión cantó canciones de Javier Solís y David Zaizar, ganándose como premio un calentón y una televisión, con la canción “Sufriendo a solas”.

Con 75 años de edad, Don Miguel Martínez , quien es nacido en Delicias, el 1 de octubre de 1947, por los rumbos de la plaza de la Madre, proviene de una familia numerosa de 17 hermanos, donde fue el número 13, del matrimonio compuesto por Marcos Martínez y Romelia López.

Don Miguel, también conocido hoy en día como “El Romancero del Poniente”, cuenta que siempre le gustó cantar, y en sus inicios cantaba música ranchera, pero en una ocasión cayó a la entonces cárcel municipal de la avenida 25 poniente, donde ahora está la Fiscalía de la Región Centro Sur, porque lo acusaron por error y tuvo que pagar por la supuesta falta que no cometió.

En su encierro, bajos las sombras y tras los barrotes de la cárcel en las noches se ponía a cantar y ahí conoció a un compañero que fue su “descubridor”, pues este le dijo que tenía mejor voz para cantar canciones de Javier Solís, y “de ahí pa´l real…”

Fue como le agarró gusto por las canciones de Javier Solís al grado tal de llegar a tener varias presentaciones públicas en su natal Delicias, en la ciudad de Chihuahua, Ciudad Juárez (en el desaparecido Joe`s Place de la calle Ugarte, que después pasó a llamarse el Pepes), Arlington y Fort Worth Texas y en las distintas Fiestas Patronales de la región, como Meoqui, Saucillo y Rosales, por citar algunas, e incluso en Camargo.

Cuenta Miguel Martínez López que se ha presentado en distintas celebraciones patrias, como en los Gritos de Independencia en los citados municipios de la región, en homenajes a Javier Solís, en el Teatro de la Ciudad.

Destaca que en una ocasión fue invitado por un amigo a que acudiera recomendado a la Ciudad de México a una audición, pero tenía que pagarse sus propios gastos y no fue, porque prefirió el amor de su esposa y su familia, ya que sus hijos en aquel entonces estaban pequeños.

Por un tiempo también Don Miguel Martínez López se presentó en el programa “Así es mi rancho” de Canal 18 de Cable, de Iván Vázquez y con la conducción del programa a cargo de José Merced Alvarado “El poeta”.

Ha sido acompañado por mariachis y por el Cuarteto Los Tíos. Y también tuvo un programa de radio en la XEJK Radio Amistad “Variedades Nocturnas” que conducía Ángel Portillo, donde duró dos años al aire.

JAVIER SOLIS VINO A DELICIAS EN 1958

Javier Solís, quien se dice antes de ser famoso andaba “rancheando” por las localidades de la región, cantando aquí y allá, según contó el locutor Mario Castillo Hernández, estuvo en Delicias más o menos por el año de 1958 en el Salón La Sultana del Norte, que aún existe y en el saloncito del Sector Poniente, conocido como la Sección 4 del Sindicato de Aceiteros de la Anderson Clayton.

Cuenta Miguel Martínez, “La voz gemela de Javier Solís”, que el “Señor de las sombras”, como también se le llegó a conocer a Javier Solís, vino con la Caravana de Paco Miller y también estuvo en Meoqui.

Otras voces como la de don Gaby, de la Sombrerería la Frontera, menciona que cuando vino Javier Solís a Rosales, se le pagó en aquel entonces entre 700 y 750 pesos