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Hacen responsable al presidente de Rosales por extorsiones de agentes de tránsito en carretera Delicias-Ortiz, por las noches

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&. - Afectados presentarán primero denuncia pública en medios de comunicación y si no se resuelve, entonces por la vía legal ya que los oficiales piden hasta dos mil pesos a quien traiga aliento alcohólico

Manuel GARCIA DAVILA
Ante una serie de extorsiones de agentes de Vialidad de Rosales, que a las dos de la mañana, principalmente los fines de semana, se esconden y apagan las luces de sus patrullas para detener por sorpresa a los conductores de vehículos, con el pretexto de que van zigzagueando y determinan que trae aliento alcohólico el conductor.

A fin de no detener el vehículo, llevar a la persona a la cárcel y ya por la mañana pagar una fuerte multa de más de cinco mil pesos, los tránsitos piden la clásica “mordida“ que no baja de dos mil pesos.

Los agentes se esconden en un lado de la carretera, poco antes de las dos de la mañana, hora en que cierran algunos lugares que tienen permiso de venta de bebías alcohólicas en botella abierta y “cazan“ a los automovilistas, con los resultados ya mencionados anteriormente, según la denuncia pública presentada a este medio de comunicación.

Ante esta disyuntiva y de que principalmente los fines de semana cometen este tipo de extorsiones, ya son muchos conductores que se han decidido a presentar una denuncia a los medios de comunicación, denunciando este hecho, señalando que en caso de que no haya solución a esta problemática, entonces harán lo propio con una denuncia legal.

Aquí se va a contemplar la responsabilidad que tiene el alcalde Marcial Márquez al solapar este tipo de corrupción y en caso dado también se le hará aparecer como cómplice de estos atropellos ciudadanos.

Comentan los quejosos, que son muchos los extorsionados por los agentes de vialidad de Rosales, pero aproximadamente diez los que se deciden a hacer esta denuncia, argumentando que se encuentran divirtiéndose en casas de compañeros, en fiestas familiares, no están tomando leche y pese a que hayan sido dos o tres cervezas las ingeridas, con traer aliento alcohólico ya les piden la “mordida“.